Gracias por todo, supuse que era lo mejor que podía decir, cuando asomado a mi ventana vi a lo lejos una luz que hacía insistencia en un barrio, donde una familia parecía impaciente a la llegada del momento.
un hombre pregonaría un sentimiento, que siendo un niño no consigo explicar.
Y es que me vuelve loco ese olor, que como todo los años persigna el aire por el que caminamos, por el que disfrutamos al lado de los que nos quieren y comparten este sentimiento de hermano.
Me vuelve loco ver, como Huelva en una noche de primavera junto a la luna acunan los rezos y llantos de mi familia, volcados en el Humilde rostro a un hombre que por creer en nosotros fue abandonado por aquellos que lo condenaron.
No podría hacerlo sin ellos, aquellos hermanos que de igual devoción caminan con la Madre de Dios, Humilde Victoria que cura las heridas pasadas y alivia el alma desgarrada por culpa de necios que cegados ignoraron el dolor al prójimo, Bendita madre, pues entrada la noche mi barrio te recibe engalanado para despedirte como solo tu mereces, entre cantos y rezos con el desconsuelo que produce el verte marchar hasta dentro de un año más.
El Corriente De Quinta
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