martes, 16 de abril de 2013

MARTES SANTO




Por fin te vimos por las calles del centro de la ciudad, por fin pudiste salir en la tarde del martes santo, nada fue como esperábamos ni como hubiéramos deseado, ver vuestra cofradía en la calle es preludio de cofradía grande, sin duda nos daréis buenos motivos para tener que hablar de vosotros.
Como decimos los cofrades “duro con el valiente”.  

















EL CORRIENTE DE QUINTA

domingo, 7 de abril de 2013

LUNES SANTO


Bendita tregua nos dio el cielo y pudimos disfrutar de todos los sentidos con las cuatro Cofradías del Lunes Santo.


Verte venir de lejos me hace confundirme en los sentidos del tiempo y presignarme tres veces como tus caídas fueron, brillan mis pupilas al ver tu cara Jesús de las Penas y al ver el caminar lleno de ciencia costalera de tu cuadrilla derramando Polvorín por Huelva.















Cuantas veces de crío me fundí con el juego de tus bambalinas, que aquella maestra cuadrilla hacia moverse de aquella forma tan especial, cuantos buenos costaleros bajo tu palio pioneros en nuestra Semana Santa unidos por el amor a la madre de Dios.










Le temblaba la mano y le fallaba la vista pero el corazón del viejo imaginero latía de nuevo para regalar a Huelva su última evocación del hijo de Dios, hubo que restaurar la talla para perfilar detalles, quedando el cautivo que roba el alma de los fieles de la Hispanidad.  


















La tarde del Lunes Santo la alegría de mi alma lleva por nombre Misericordia.
Eres el suspiro de amor de una madre que sufre en silencio por el hijo cautivo,
el sueño de unos hombres convertido en bendita realidad, el tesoro mejor guardado por el corazón latiente de todos tus hermanos.   












Perdónanos padre por lo que hemos hecho, perdónanos porque todos hemos pecados, unos fueron los que te ejecutaron y otros los que lo permitimos, perdónanos padre porque después de mas de veinte siglos no hemos aprendido y sigue ocurriendo que cada día miremos para otro lado.     













Quien no puede guardar silencio al verte venir caminando, al verte sufrir de esa manera le duele la conciencia de buen cristiano, tu rostro de pena hace que se nuble la mirada en la tarde del lunes santo y hasta la luna quiere ocultarse avergonzada.











Quisiera ser uno de esos cirios que arden y se consumen por alumbrar tu mirada,
Por alumbrar tu belleza pocas veces imaginada. Bendita sea la gubia que te hizo
Para que Huelva te contemplara.     











   EL CORRIENTE DE QUINTA