domingo, 28 de julio de 2013

MIERCOLES SANTO


Gracias Padre, porque pude volver a decir aquí estamos un año más y allí estuvimos en el mismo sitio, a la misma hora.
















Gracias Maestro, porque  supimos aceptar el mayor castigo, la más grande de las penas.





Gracias Señor, porque pudimos caminar bajo tus andas por las calles de nuestra
Huelva, repartiendo nuestro signo por cada esquina, por cada rincón oscuro en el
alma del incrédulo.










Gracias Padre, porque nos acompañaban como siempre nuestras mujeres y
nuestros hijos, ellos son el verdadero motivo.






Gracias Maestro porque fuimos fielmente custodiados por la autoridad de siempre, nuestros hermanos.




Gracias Señor, porque Huelva nos arropó como siempre en cada calle, en cada esquina hasta la recogía.








Gracias mi Dios Soberano y mil veces gracias porque volví a  sentirme orgulloso de nuestro signo divino y de nuestra razón de existir, Humildad hasta en las venas.   


El Corriente De Quinta

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